Economía Circular

Valorización de Residuos

CIRCULAR

¿Cuál es el papel de la industria cementera en la economía circular?

TRANFORMAR RESIDUOS EN RECURSOS

La industria del cemento juega un importante papel a la hora de contribuir a alcanzar los objetivos planteados por la UE en materia de economía circular. Como sector industrial responsable, las empresas y los sindicatos que lo componen llevan apoyando desde hace décadas, cualquier propuesta que tenga como objetivo aprovechar al máximo los recursos, promoviendo tanto el reciclado material, como el aprovechamiento energético de residuos que no se puedan reciclar ni reutilizar,  para la fabricación de cemento.

El empleo de materiales y combustibles procedentes de residuos, conocido como valorización o co-procesado, es  la principal herramienta con la que cuenta la industria del cemento para contribuir con la transición hacia una economía más circular.

¿Qué es la valorización ó co–procesado?

Consiste en convertir residuos en recursos y es una práctica que la industria cementera lleva  poniendo en práctica desde hace años. El proceso productivo del cemento, permite aprovechar simultáneamente residuos para su reciclado material y para la recuperación de energía, disminuyendo el empleo de recursos minerales naturales y de combustibles fósiles como el carbón o los productos derivados del petróleo.

Los residuos empleados como materias primas o combustibles alternativos en las fábricas de cemento, proceden de otros procesos industriales o de plantas de tratamiento, en las que se han agotado las posibilidades de ser reutilizados o reciclados, y que de otra manera acabarían en un vertedero.

Actualmente, el sector cementero en Europa sustituye un 46% de la energía térmica por combustibles alternativos. En España y Andalucía, el porcentaje de sustitución actualmente es bastante menor (27% y 24,8% respectivamente), por lo que queda bastante camino que recorrer para poder alcanzar el nivel de sustitución energética de las fábricas de otros países de la UE.

Debido a las garantías que presenta el proceso de fabricación del cemento, el uso de combustibles alternativos no incrementa las emisiones de las fábricas, ni genera riesgos añadidos para la seguridad y salud de las personas, respetando además la calidad del producto

 

Mas información sobre el uso de residuos en la industria cementera:

Valorización Material

Desde hace décadas, el sector cementero es uno de los grandes recicladores de la economía en cuanto a volumen de residuos procedentes de otras actividades industriales utilizados en la fabricación de sus productos, como cenizas, escorias, residuos de construcción y demolición, lodos del proceso de fabricación de papel o azúcar, etc.

Estos materiales alternativos contienen elementos útiles como calcio, sílice, alúmina y hierro y pueden reciclarse como materias primas en la composición del crudo.

Por otro lado, para completar el proceso productivo del cemento, resulta necesario añadir al clínker diversos componentes que actúan como reguladores del fraguado (yeso) y otros materiales que proporcionan distintas propiedades al cemento. Estos componentes, denominados “adiciones”, pueden ser de origen natural o bien proceder de subproductos de otros procesos industriales.

Mediante el empleo de adiciones, el sector cementero contribuye a la sostenibilidad de sus productos, mejorando la ecoeficiencia del proceso productivo. Las adiciones sustituyen al clínker en la composición final del cemento, y con ello se reducen considerablemente las materias primas, el combustible y las emisiones asociadas a la fabricación del clínker que se sustituye. Esta práctica se lleva a cabo, respetando en todo momento la normativa que regula las especificaciones y exigencias técnicas para la fabricación de los distintos tipos de cemento.

Durante el periodo 2.017-2.019, se emplearon en Andalucía 365.000 toneladas de materias primas alternativas como componentes del crudo. En consonancia con los principios de la economía circular, durante este período se generó un ahorro de materias primas minerales de origen natural necesarias para la fabricación de más de 190.000 toneladas de clínker.

Mediante el empleo de 700.000 toneladas de materias primas alternativas para la molienda del cemento fabricado en Andalucía durante los últimos tres ejercicios, el sector cementero ha contribuido con la economía circular, mediante el reciclaje de residuos y subproductos procedentes de la simbiosis industrial con otros sectores y mediante el incremento de la ecoeficiencia del propio proceso productivo del cemento.

Valorización Energética

Para llevar a cabo el proceso de transformación de las materias primas en clínker, los hornos de cemento deben alcanzar temperaturas muy altas (la llama principal alcanza unos 2.000ºC). Para ello se requieren grandes cantidades de combustibles.

En las cementeras españolas y andaluzas, actualmente el empleo de combustibles fósiles (coque de petróleo principalmente) supone la mayoría del aporte energético.

No obstante, el proceso de fabricación de cemento permite sustituir una parte de los combustibles tradicionales, valorizando energéticamente (aprovechando su poder calorífico) combustibles alternativos, procedentes de residuos que hayan agotado sus posibilidades de ser reutilizados ni reciclados.

Sin embargo, no todos los residuos pueden ser valorizados en los hornos de las fábricas de cemento; para decidir la idoneidad de los materiales, han de tenerse en cuenta diversos factores:

  • Respetar la legislación medioambiental vigente.
  • Mantener la seguridad de los trabajadores y de las personas en el entorno de las fábricas
  • Mantener la calidad exigida al cemento, la operación de la instalación y su comportamiento ambiental

Entre los ejemplos de residuos que no son aptos para la valorización en la industria del cemento se incluyen los residuos nucleares, residuos hospitalarios, productos explosivos, pesticidas, productos fitosanitarios, etc.

Además de estas restricciones, el sector cementero andaluz, conformado por las empresas y organizaciones sindicales más representativas, se autoimpone ciertas limitaciones adicionales que se recogen en los distintos “Acuerdos de Valorización Energética y Sostenibilidad de la Industria Andaluza del Cemento“.

 

El aporte energético procedente del empleo de combustibles alternativos ha continuado creciendo en Andalucía en los últimos años, situándose en un 31% en 2.019. No obstante, todavía existe bastante distancia si nos comparamos con otros países europeos, donde encontramos fábricas de cemento en las que la energía aportada por los combustibles alternativos alcanza valores de entre el 50% y el 85%.

En los países europeos más responsables en materia de gestión de residuos, además de contar con la valorización energética, se consiguen implementar importantes tasas de reutilización y de reciclado, haciendo del vertido una opción de tratamiento de residuos prácticamente inexistente.

GARANTÍAS PARA LA SALUD Y PARA EL MEDIO AMBIENTE

Existen aspectos técnicos del proceso productivo que hacen que un horno de cemento sea una instalación especialmente segura para emplear residuos como combustibles, diferenciándose del funcionamiento de otras plantas de combustión (incineradoras, centrales térmicas u otras).

Las principales garantías se centran en:

1. Combustión completa: temperatura del horno mucho mayor (entre 1.000 y 1.450ºC) que aseguran una completa destrucción de los compuestos orgánicos.

2. Limpieza de los gases: el material mineral presente en el horno y en los ciclones, constituye un potente sistema de filtrado de los gases de combustión, lográndose neutralizar los gases y retener los metales pesados del combustible.

3. Las emisiones de una cementera no se ven afectadas negativamente por el uso de residuos, como han demostrado múltiples estudios .

La recuperación de residuos en cementeras es una actividad avalada por la Unión Europea, tras más de 40 años de experiencia.

En el Documento de referencia sobre Mejores Técnicas Disponibles para la fabricación de cemento (BREF) , publicado por la Comisión Europea, se recoge que el uso de residuos como combustible es una mejor técnica disponible. Este documento cita que las características especiales de los hornos de cemento les permiten reciclar y valorizar residuos, sin generar un riesgo para el medio ambiente o la salud de las personas, ni un detrimento en la calidad del cemento.

Estas conclusiones han sido avaladas e investigadas en numerosos estudios científicos y técnicos llevados a cabo por:

Universidades nacionales e internacionales: Universidad Rovira i Virgili, Universidad de Alicante, Universidad de Dalhousie (Canadá), Universidad de Génova, Universidad de Carnegie Mellon (EE.UU.), Universidad de Lisboa, etc.

Centros e institutos de investigación: Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Centro de Investigaciones Energéticas y Medioambientales (CIEMAT), Instituto Noruego de Investigación (SINTEF), Instituto Canadiense de Toxicología (CANTOX), etc.

Organismos públicos de referencia: Comité Consultivo sobre Efectos Médicos de Contaminantes para la Salud del Reino Unido (COMEAP), Agencia de Protección Ambiental americana (EPA), Agencia Ambiental de Inglaterra y Gales (EA), Agencia Ambiental alemana (UBA), Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas, etc.

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